Generalmente, tenemos la posibilidad de decir que la cerámica se genera cociendo el barro. La temperatura límite tiende a estar cerca de los 700 °C. Si la temperatura es mucho más alta, la fusión entre las partículas puede vitrificar desde aquí, creando una parte aún mucho más fuerte y también impermeable. Pero por fácil que parezca, es esencial comprender los diversos tipos de barro, arcilla y los resultados positivos de cada género de cocción. De este modo vamos a poder comprender mejor de qué manera realizar la parte que procuramos.
Generalmente, las arcillas se dividen en tres tipos o categorías según el tiempo de cocción y la dureza final: baja temperatura, arenisca y cerámica. No obstante, la verdad es un tanto mucho más complicada. Hay arcillas de elevada temperatura que se tienen la posibilidad de cocer a bajas temperaturas.
géneros de arcilla
Si conocemos las diferencias entre arcilla, arcilla o cerámica, tenemos la posibilidad de clasificar en distintas conjuntos.
- Tono de baja temperatura. Para poder la resistencia y dureza de las cerámicas, tienen que cocerse a temperaturas entre 900°C y 1050°C. Son los mucho más correctos para proyectos familiares, así sean elementos ornamentales, elementos prácticos o pequeñas estatuas, puesto que tienen la posibilidad de cocerse en el horno familiar. En Díez Ceramic hemos creado porcelánicos de baja temperatura que representan la arcilla de la calidad más alta que se pueda.
- Arcilla para elevadas temperaturas.
Por los materiales que poseen (aparte del feldespato citado previamente) tienen que lograr temperaturas mucho más altas para lograr la rigidez de la cerámica. Normalmente precisan ser cocidos a un mínimo de 1200ºC y son los mucho más empleados para piezas y elementos de gres con objetivos industriales o de construcción.
¿De qué forma se generan los movimientos de tierra?
Tienen la posibilidad de manifestarse a lo largo de lluvias torrenciales o tras sequías, terremotos o erupciones volcánicas. Los movimientos de lodo suceden en el momento en que el agua se amontona de forma rápida en la tierra, lo que hace una inundación inmediata de rocas, tierra y escombros empapados de agua.
¿Qué es el barro?
La primera cosa que hay que entender es que barro, arcilla y limo son lo mismo. Se utilizan de forma diferente pero mencionan al mismo material.
Conforme el lodo se seca, tenemos la posibilidad de devolverlo a su estado original «viscoso o mucho más suelto» añadiendo mucho más agua. Entre los limos mucho más propios es la arcilla roja. Es una arcilla de color rojizo tan característica de la cerámica habitual. Su punto de ebullición consigue los 1000ºC.
Terracota clásico
Entre las características mucho más atrayentes de este material es la oportunidad de cambiar el color final dependiendo de la temperatura de cocción. La terracota nos proporciona una extensa selección de colores con tonalidades de rosa pálido.
El coeficiente de dilatación de este género de arcilla es perfecto para usar esmaltes cerámicos estándar. Su resistencia a las bajas temperaturas lo transforma en el material perfecto para la elaboración de productos de exterior.